El
instituto en el que me he formado como estudiante y persona ha sido el IES Emilio
Ferrari, situado en la calle Sementera en Valladolid. En él he pasado muchos
momentos buenos y malos pero todos ellos positivos y que me hicieron creer como
persona. De esto último me di cuenta cuando estaba en segundo o tercero de
carrera, nunca había valorado a los profesores de mi instituto hasta ese
momento. La implicación que tienen dista mucho de la que tienen la mayoría de
los profesores universitarios, enfrascados en trabajos de investigación para
engordar un curriculum insustancial.
A
la vista de estas pequeñas matizaciones a modo de presentación, empezaré a
analizar el proyecto educativo del centro. Se entiende por proyecto educativa aquel que recoge los objetivos y competencias que necesitan los alumnos para alcanzar el aprendizaje. Los valores transversales
propugnados son la educación ambiental, del consumidor, para la igualdad de
oportunidades de ambos sexos, moral y cívica, para la paz, salud, vial y
desarrollo intercultural. Todos estos valores están bien explicados en su
proyecto y se cumplen en la medida de lo posible realizando actos, proyectos o
pequeñas actividades para concienciar al alumno de ello.
Con
respecto a su régimen interno, no difiere mucho de otros institutos y toma un
tono alentador para la práctica del aprendizaje. Todo lo que podemos ver en
esas páginas es puesto en marcha por los profesores. Tras siete años en el
centro puedo decir que la convivencia es buena, los profesores te intentan
ayudar y fomentan la relación profesor-alumno como algo natural.
Por
poner un punto negativo, diré que deberían renovarse algunos profesores en sus métodos
de enseñanza ya que los utilizaban cuando el rey de España estaba haciendo la comunión.
Por esto, deben actualizarse y dejar que los jóvenes profesores les enseñen de una manera recíproca
para que todos ganemos.
Sin más dilación, me despido diciendo que ha
sido un placer conocer el funcionamiento de mi instituto. Así no lo dudes, el
IES Emilio Ferrari es la elección perfecta a la hora de buscar un instituto
competente y repleto de valores.
Toda la razón Pablo!! Como bien conocemos nuestro instituto ya, estoy muy de acuerdo con que tienen que renovarse, es más, les hace falta "carne fresca", profesores con nuevas ideas, más modernos y con muchas ganas de aportar cosas nuevas a los alumnos. Además, ojalá sea nuestro caso, nos podamos quedar allí y consigamos ser el ejemplo a seguir de alguien.
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